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sábado, 19 de noviembre de 2011

El reencuentro


Corre el viento, pero esta vez sopla a mi favor, despertando así mí sonrisa tras unos días de letargo a la deriva de esta ardua realidad, brotan mis ilusiones y con ellas las ganas de seguir trasmitiendo esta chispa de alegría que me caracteriza.

Se que los días que faltan para que llegue este anhelado momento se harán largos, por eso los cuento avivadamente una y otra vez, aunque muy a mi pesar transitan con lentitud y parsimonia, a la espera, seguiré restando días para poder contemplar mas cercano el instante del reencuentro.

Pensar en ello es impregnarme de un exquisito aroma, es destapar el cofre de esencias y alcanzar un sentimiento sublime, el mismo que transmite de emociones mis sentidos, tal vez sea meramente una quimera, a la que quiero aferrarme, pero el tiempo acontece y se que este sueño tornara en despertar.

Siempre he buscado la felicidad con lo que tenia en cada instante, no creo que debamos esperar los buenos momentos para ser feliz, hay que intentar ser feliz y eso buenos momentos llegaran. 

Así es como llega este reencuentro, un momento especial, que dejara huellas en nuestros corazones y escribirá una página mas en mi dulce memoria.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Concédeme este momento


Déjame respirar este aire de bienestar, la felicidad viene viajando por esta brisa de sonrisas, lluvias y hojas caducas, llenare bien mis pulmones para quede un rescoldo con el que poder recrearme, si algún día llega la melancolía.

Permíteme sonreír y embriagarme de este sentimiento que aflora en mi interior, quizás sea un hombre que no precise de épicos instantes para ser feliz y es por ello, que aprovecho cada segundo, haciéndolos sublime.

Consiénteme que me evada aún estando aquí presente, dejándome proyectar desde mi rostro esta satisfacción, iluminando así este día efímero y gris con un manto de hojarasca en las aceras.

Siéntate a mi lado y dame la mano y disfrutemos de este retazo imperceptible de prosperidad, déjate llevar por la emoción que desborda este mar sensible de aguas enardecidas y cristalinas.

Cédeme un solo instante y pondré ante tus ojos, la formula mágica de esta felicidad, que consiste en saber apreciar todo lo que posees, multiplicando este valor hasta llegar a conseguir tapar las grietas producidas por la nostalgia.

Concédeme este momento...