Hola, Sergio:
Te conocía por tu amplia trayectoria futbolística en diversos equipos de Cáceres. La última vez que te vi fue en los Campos de Pinilla, donde bajaba para ver algún partido que otro. Allí estabas tú capitaneando al equipo del Ciudad de Cáceres.
Aunque nunca tuve el placer de poder hablar contigo, siempre estabas en boca de aquellos que te conocían: tu familia, tus amigos, la gente del barrio, los compañeros del equipo, del trabajo y demás gente con la que te relacionabas en tu día a día.
Ellos tuvieron la gran suerte de poder compartir junto a ti, infancia, camino, calle, rutina, trabajo y una pelota con la que jugar. Es sorprendente comprobar cómo la emoción se hace palabra cuando ellos te nombran, describiéndote como un excelente jugador de fútbol, toda entrega y pundonor y un diez como persona.
Casi todo lo que sé de ti me lo ha contado tu madre, Consuelo, compañera de trabajo desde hace años en COCEMFE, una gran mujer que te lleva en su pensamiento noche y día. A ella le brillan los ojos cada vez que pronuncia tu nombre para contarme alguna anécdota sobre ti.
Ella, junto al resto de familia y amigos, tuvieron que vivir el peor día de sus vidas, aquel fatal jueves 27 de marzo de 2008. Después de estar desesperadamente buscándote durante toda la noche y recorriendo cientos de kilómetros de carretera, descubrían al amanecer el fatal desenlace.
Todos recordamos ese día con gran tristeza y desconsuelo. Los cacereños perdíamos a una de esas personas que por donde pasan dejan huella. Tu calidad humana y tu sonrisa habían sembrado de cariño a todos aquellos que te conocían y a muchos que se consternaron con tu historia.
Tu recuerdo sigue vivo, el esfuerzo de los tuyos ha conseguido que año tras año, se organice el torneo de 24 horas de fútbol sala que da honor a tu nombre, el próximo 7 y 8 de junio se celebrara en las pistas de las 232 viviendas la VI edición, cada vez con mucho más esfuerzo y escasas ayudas.
Aunque ya no estés aquí, sigues latiendo en cada uno de los corazones que te recuerdan y aun con más fuerza en el de tu hijo, el pequeño Sergio. La muerte solo acontece cuando triunfa el olvido, tu recuerdo es tan fuerte que consigues que estemos siempre contigo y tú con nosotros.
