Fito que increíble fue encontrarte en mi camino, como un poeta a su musa, como un pintor su lienzo o como un músico a su partitura, todo artista tiene su talento el tuyo es inmenso e innumerable, porque la vida a tu lado cambia de blanco y negro a color.
Marcaste un antes y un después en mi, quizás fue que estabas en el momento preciso en el sitio mas indicado, ya lo dijo Alejandro Dumas, La vida es fascinante, sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas, yo creo que esas gafas las encontré un día por las calles de Yecla.
Te dibujo a ti amigo con el único recurso de la palabra como medio de gratitud ya que tú destapaste la caja de esencias de un hombre nuevo que respiraba con los ojos cerrados y veía con la nariz congestionada.
Al inventor de sentimientos como la de la hora del abrazo, gracias por dibujar sonrisas sin cargo a cuenta, por envenenarme con tu verborrea más prodigiosa y por contagiarme con tus locuras más cuerdas.
Ahora que te marchas buscando una bocanada de aire fresco y esperanza, me gustaría que supieras que te guardare en lugar privilegiado de mi dulce memoria.