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viernes, 29 de octubre de 2010

Al eco de la noticia


Ajenos a las desgracias del mundo, vivimos inmersos en una vorágine rutina que declina la invitación de inmiscuirnos en problemas disímiles a los nuestros, para no saturar el área emocional de nuestros sentimientos, que deambulan todo el día por las calles de nuestra cabeza. 

No siempre es dable hacer caso omiso a esos ecos de la noticia cuando se trata de una zona cero, hay almas susceptibles que desconectan por un instante de sus vidas para dejarse llevar, reflexionando y sobrecogiendo su corazón con un suspiro profundo y sincero.

El cuatro de enero en Dubai se inauguraba el rascacielos más alto del mundo, Burj Khalifa con nada mas y nada menos que ochocientos veintiocho metros que protervo es el destino que pocos meses mas tarde, el día seis de agosto se produce el derrumbamiento en una mina situada cerca de la ciudad de Copiapó, Chile, quedando atrapados treinta y tres mineros a setecientos metros de profundidad, enterrados en vida y ajenos a su desdicha. 

Nadie probablemente guardo en su retina la crónica de los Emiratos Árabes de la inauguración del edificio más alto del mundo, pero me cuesta mucho imaginar que alguien estuvo lejano a la fatalidad de los mineros chilenos haciendo su dolor el nuestro propio.

Unos días mas tarde, concretamente el veintidós de agosto, desde el interior de la mina emergía un rayo de esperanza, era un fragmento de papel que decía “estamos bien en el refugio los treinta y tres”, Fue entonces cuando miles de corazones en el mundo latieron juntos al unísono de la noticia, fue una plena alegría que nos hizo olvidar por un momento aquellos problemas que ya cargamos a diario en nuestras espaldas.

Pasando este eufórico momento, sumamos a nuestros problemas uno más, el seguimiento de la ardua tarea de rescate de los héroes Copiapó, pero tuvimos que esperar al pasado trece de octubre cuando los medios de comunicación nos bombardearon con noticias risueñas desde chile, era el rescate que esperábamos desde que nos hicimos eco de la noticia y fue entonces cuando se desato la locura, cuando esa felicidad de alguien ajeno a nuestras vidas la hicimos propia.

George Sand, escritora Francesa mencionaba que Dios ha había ubicado el placer tan cerca del dolor es por eso que muchas veces lloramos de alegría.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Mi pequeño regalo


Alguien dijo que el regalo de la felicidad alcanza a quien lo desenvuelve y ahora que ya desenvolvisteis vuestro regalo, haré memoria para contaros con una sonrisa sincera y humilde y un dulce sabor en mis labios como prepare para vosotros mi pequeño regalo.

Mi mente no paraba de pensar sobre ello, concibiendo ideas, una tras otra, todas ellas encaminadas a sorprenderos y al mismo tiempo daros las gracias por recorrer junto a mí el camino de la vida y por llenar tantas páginas de mi dulce memoria.

Y así fue así como comencé a crear los cimientos de esta inefable y maravillosa idea al mismo tiempo que inusual, por eso lo hacia tan especial, apuntale con un mimo especial y sentimientos para que nada fallase, dando forma poco a poco al mejor párrafo escrito que mi corazón a dictado.

Transformar y Llevar esto a la realidad fue gracias a dos hadas que dejaron su aliento su ilusión su alma en este propósito mió, pusieron todo de su parte para conseguirlo y a las que tengo tanto que agradecer.

Y como todo llega en la vida, llego el gran momento en el que se abrió el telón y allí estabais todos con una sonrisa magna, con un brillo en los ojos que ilumino la oscuridad de la noche y poco a poco fui abriendo mi caja de esencias y perfumé de intimidad la noche mas emotiva de mi vida, estimulando así la caída de alguna que otra lagrima sincera.

Y una guitarra cerró el telón de las emociones, con una bella melodía, con tan solo cuatro acordes y con palabras de gratitud que salían de un corazón que lloraba de felicidad por teneros a mi lado.

Los mejores regalos no son los que cuesten más o menos dinero. Los mejores regalos son los que se dan desde el corazón.

Espero que mi pequeño regalo perdure en vuestra dulce memoria.

miércoles, 6 de octubre de 2010

El pasar de los años



Pasan los años como una página de la vida que se completa de vivencias, buenos y malos momentos. Pronto cumpliré un año más y así caen uno tras otro como la hojarasca en el otoño, acortando poco a poco la línea de la vida, como quien fuma un cigarro, sabiendo que tarde temprano se acabara esfumando, así llegara el final, la ultima calada con sabor a despedida. Cuando acabe el juego, el rey y el peón regresaran a la misma caja.

Espero que el final de mis días se encuentre aún lejos, pero no me asusta pensar en ello, mi conciencia atiende hacer jornadas de puertas abiertas, el sueño me alcanza cada noche y no me afectan los ecos de voces alegres que puedan llegar a difamar a este pobre alma, no existen juicios que la voz de mi conciencia no resuelva a mi favor.

Con el paso del tiempo abrí la puerta a la confianza dándome cuenta que me encanta haber llegado a esta edad con esta madurez, confío cada vez mas en mi mismo y soy feliz mirándome al espejo y sabiendo quien soy sin tener que cerrar los ojos a la conciencia o mirar a otro lado, diviso el horizonte de cara al futuro.

Hay que celebrar el pasar de los años, siempre junto a los míos, esos que allanan el camino que pisamos y se molestan en quitar esas piedras para que no tropiece, con los que comparto esos bellos momentos que guardo en la caja fuerte de la memoria.

Me detengo a contemplar el paisaje, mirada erguida, respiro profundamente cojo aire y persigo mi camino, en buscar del pasar de los años para contarte que casi con cuarenta y uno la vida continua y ante tu presencia, te vestiré con mil bellas palabras y una de mis mejores sonrisas. 

Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años.

Abraham Lincoln.